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Y ahora da comienzo la película con una voz en off que dice:
"Y dijo Dios haya luz y hubo luz y con esta luz creó Dios la vida en la Tierra y dio al hombre el dominio sobre todas las cosas de la tierra y el poder para elegir entre el bien y el mal.
Pero ignorando la grandeza de la ley de Dios, quiso cada uno seguir su voluntad y el hombre dominó al hombre y el vencedor hubo de servir al vencido, el débil fue el esclavo del fuerte y la libertad fue eliminada del mundo.
Los hijos de Israel cayeron bajo la dominación de los egipcios y sus vidas fueron amargas en tan dura esclavitud y sus llantos llegaron hasta Dios y Dios los oyó y depositó en Egipto en la humilde choza de Amram y Yochabel la semilla de un hombre destinado a llenar su corazón y su espíritu con la ley de Dios, un hombre que se alzaría el solo contra su imperio."
Mientras se oyen estas palabras, en la pantalla se ven los cielos llenos de nubes y la luz del sol penetrar a través de ellas iluminando la tierra. Luego se ve a los esclavos hebreos dominados por los egipcios y finalmente a Moisés dentro de una cesta al lado de su madre Yochabel y su hermana Miriam. La película comienza con los diálogos de los actores en el momento en que los sacerdotes anuncian al Faraón Ramsés I que las estrellas anuncian el nacimiento del que será el libertador de los esclavos hebreos. Ramsés I da la orden de matar a todos los primogénitos hebreos, pero Yochabel mete a Moisés en una canasta y lo deja a merced de las manos de Dios flotando en el Nilo y diciéndole a su hija Miriam que lo siga para comprobar que está en la dirección apropiada.
En la siguiente secuencia vemos a la princesa Bithia, la hija del Faraón, que está tomando el baño con unas amigas y con su criada Memnet. Bithia encuentra la cestita con Moisés en su interior y le dice a Memnet que se vayan sus amigas. Cuando están a solas saca al niño de la cesta y Memnet enseguida reconoce por las ropas del niño que se trata de un hebreo, de un niño que ha sido depositado en las aguas del Nilo para evadir el edicto del Faraón, pero Bithia lo reconoce como un regalo de los dioses como su propio hijo y lo envuelve con ropas egipcias haciendo jurar a Memnet que guardará silencio.
Han pasado los años y Moisés vuelve victorioso después de vencer a los etíopes. La princesa Nefertari le saluda desde los balcones de palacio y poco después es recibido con todos los honores por la corte farónica. Moisés entra glorioso ofreciendo a Sethi, el Faraón actual, hijo de Ramses I y hermano de Bithia, todas las riquezas que ha conseguido. Ramsés y la princesa Nefertari están a ambos lados de Sethi. Nefertari, enamorada y Ramsés orgulloso.
Sethi había ordenado a su hijo Ramsés construir una ciudad pero éste no lo ha conseguido al tener problemas con los esclavos hebreos que esperan a un libertador y le dice a su padre que porque no le encarga ese trabajo a Moisés. Nefertari protesta ante Sethi pues eso la separará de Moisés, pero Sethi le ordena a Moisés que vaya a Goshen a construir la ciudad y a Ramsés le ordena que vaya igualmente a Goshen a descubrir quien es el libertador, diciéndole: "Si es un mito traemelo dentro de una botella y si es un hombre, cargado de cadenas".
Ramsés se pone en contacto con Dathan, jefe de capataces hebreos (él mismo es hebreo pero traidor a su propio pueblo para librarse de la esclavitud). Mientras, vemos a los hebreos trabajando bajo el yugo de los látigos egipcios y a Lilia, la joven aguadora que va repartiendo el líquido elemento entre los apesadumbrados esclavos, y Josué de quien está enamorada y que como es tallista de las esfinges faraónicas es bien tratado y alimentado.
Un montón enorme de esclavos están empujando un gran bloque de granito que debe encajar con otro. Un capataz egipcio ordena a una vieja que ponga grasa bajo el bloque para que se deslice con más facilidad, pero el cinto que la anciana lleva alrededor de su vestido queda cogido entre la roca y el piso y aunque otra esclava avisa al capataz egipcio parara que se paren, éste la ignora y da la orden de seguir. Lilia que ha visto que se trata de Yochabel, quien ha quedado atrapada se acerca e intenta liberarla pero no puede. El capataz egipcio tampoco le hace caso, pero Josué que está al lado en lo alto de una pared, ve a su amor que va a quedar atrapada junto a Yochabel entre los dos bloques, por lo que se desliza hacia abajo con una cuerda y dando un puñetazo al capataz egipcio, lo manda a la misma zona donde se hallan las dos esclavas hebreas. Al haber un egipcio en peligro, otro capataz ordena parar su empuje a los esclavos con lo que el enorme bloque se detiene. Josué es inmediatamente atrapado por otros capataces y Lilia quiere pedir ayuda para Josué. Yochabel le dice que pida ayuda al príncipe egipcio pero Lilia le contesta que cómo va a pedir ayuda a Ramsés, a lo que Yochabel le responde que pida ayuda al príncipe Moisés indicándole que se halla al otro lado del campo donde ellas están. Lilia atraviesa el campo zafándose de algunos capataces que quieren detenerla, llegando hasta el lugar donde se halla Moisés en compañía de Baka, el Maestro de Obras.
Lilia pide ayuda a Moisés que pese a las tentativas verbales de Baka y el capataz para que no haga caso a una esclava, le dice a Lilia que le acompañe. La llegada del príncipe Moisés a la escena es impresionante pues todos le obedecen. Al ver a la anciana atrapada, él mismo se inclina y cogiéndola entre sus brazos la ayuda a librarse. El momento es muy emotivo pues no sabe que está liberando a su madre, pero su madre se abraza al brazo de su hijo dando gracias a Dios. Baka le explica a Moisés que se utilizan viejas para engrasar el arrastre de las grandes rocas y así si una muere no se pierde nada y no se para el empuje de la pieza. Moisés le contesta que si es el Maestro de Obras o un Maestro matarife. Luego se dirige hacia Josué iniciándose aquí el tema principal de la película, el tema de la libertad. Josué le dice a Moisés que Dios creó al hombre y el hombre al esclavo. Aunque un capataz pide la muerte para Josué, que es tratado por Baka como traidor, Moisés le contesta a Baka que no es traición desear la libertad y ordena que lo dejen libre. Todos, hebreos y egipcios están asombrados ante la actitud de Moisés. Lilia le da las gracias y en ese momento aparece Ramsés montado en su carro y atropellando a quien no se aparte.
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